Inteligencia Artificial vs. Derechos Humanos
Sep 8, 2023
La Inteligencia Artificial (IA) es una tecnología emergente que está transformando la manera en que nos relacionamos con el mundo y la significancia del ser humano. Estas transformaciones se evidencian en la manera en que interactuamos, tanto con dispositivos digitales como así también con los sistemas de gobierno.
El desarrollo de la IA ha intensificado el debate sobre la gobernanza de la misma, ya que existe una preocupación por su uso indebido. Este tema es de gran relevancia ya que la aplicación de la IA puede afectar a todos los ámbitos de la vida humana.
Esta preocupación legítima ha llevado a que varios países establezcan regulaciones sobre el uso de la IA. Por ejemplo, la Unión Europea (UE) ha establecido un marco de regulación que dispone estándares para la seguridad, la privacidad y la responsabilidad de los desarrolladores y usuarios de la IA. Dicha regulación es necesaria para garantizar que la misma se utilice en forma adecuada, y para evitar que los Derechos Humanos puedan verse vulnerados. Si bien estos no ofrecen respuestas a todos los interrogantes, deberían ser la base de referencia para la gobernanza de la IA.
Es importante remarcar que el derecho internacional en materia de Drechos Humanos es la cristalización de los principios éticos transformados en leyes, que han sido muy bien desarrollados a lo largo de los últimos 70 años. Estas normas cuentan con un alto grado de consenso a nivel global, son relativamente claras y pueden ser perfeccionadas para estar a la altura de estas nuevas situaciones.
Creemos que los Derechos Humanos proporcionan un marco de equilibrio y favorecen los procesos de gobernanza -tanto para las empresas como los gobiernos-. En síntesis, una buena gobernanza de la IA es crucial para proceder a la remediación de presuntas desviaciones a partir de un uso inadecuado de la misma.
Los Derechos Humanos relacionados con la privacidad y la protección de datos personales, como así también aquellos que marcan principios de igualdad y de no discriminación son fundamentales para la gobernanza de la IA. A su vez, los derechos económicos, sociales y culturales son importantes para asegurar que la IA beneficie a todos sin excepciones.
La legislación internacional vinculada con los Derechos Humanos impone a los gobiernos no solo el deber de defenderlos, sino también la responsabilidad de monitorear que las empresas y organizaciones de la sociedad civil los respeten, y no se traspasan límites.
A su vez, en caso de no respetarse los Derechos Humanos, los gobiernos tienen las herramientas jurídicas necesarias para proceder a una remediación legal basada en la reparación de presuntos daños.
A pesar de que, como se indicó anteriormente, los Derechos Humanos deberían ser la base para la gobernanza de la IA, esto no siempre ocurre. Se suele ver una omisión del concepto “Derechos Humanos” en el entorno de la IA. Esto podría deberse al hecho por el cual, tanto las empresas como los gobiernos, no suelen incluir a personas con determinada “expertise” en materia de Derechos Humanos dentro de la gobernanza de IA.. A su vez, este fenómeno puede estar dado por los mitos o preconceptos que suelen rodear a los Derechos Humanos de manera errónea, al decir, por ejemplo, que son muy complejos, poco éticos -frente a los procesos de innovación-, vagos, que quedaron antiguos, son muy radicales, etc.
Los Derechos Humanos están siendo reinventados con una nueva proliferación de los principios éticos de la IA que involucran al “compliance” como una herramienta primordial, y afectan a todos los actores (empresas, gobiernos y sociedad civil). Esta disyuntiva lleva a que las empresas que trabajan con IA, ya sea desarrollando o comprando, no sepan qué estándares de buenas prácticas deben cumplir. La cadena continúa con los usuarios de IA: ellos también desconocen qué estándares pueden esperar de esta nueva tecnología y a menudo no saben cómo reaccionar para protegerse de posibles desvíos. Es lógico entonces que muchas personas tiendan a dejar de confiar en la IA, ante sospechas de ser parcial o injusta en algunos casos.
Los interrogantes acerca de una buena gobernanza de la IA y la plena vigencia de los Derechos Humanos en esta materia continuarán. Por lo tanto, se deberían tomar ciertas precauciones para generar cambios que contribuyan al objetivo de respetar los Derechos Humanos como la base de dicha gobernanza. De tal manera, también se irá reconstruyendo la plena confianza de todos los actores involucrados en el entorno de la IA, para apreciar todo lo positivo que esta nueva y novedosa tecnología tiene para aportar al mundo. Esto es solo apenas el comienzo.
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