¿De qué manera las empresas pueden abordar la crisis climática desde el punto de vista corporativo?
En noviembre de 2020, el Institute for Sustainability Leadership de la Universidad de Cambridge (CISL) publicó el reporte: “Leading with a sustainable purpose” (“Liderando con un Propósito Sostenible”). El mismo compila la visión y la experiencia de los líderes de cuatro empresas internacionales -Unilever, Interface, IKEA y DSM- acerca de cómo sus organizaciones han logrado alinear e integrar su estrategia corporativa para apuntar a un objetivo sustentable de modelo de negocio. El reporte destaca un conjunto de recomendaciones sobre cómo incorporar un objetivo destinado a abordar la crisis climática en la comunidad corporativa en general.
Atendiendo a que el propósito de una compañía responde a la pregunta: ¿por qué existe la organización?, el reporte aspira a convertirse en una guía para la dirección futura del negocio, en tanto que un “buen propósito u objetivo” debe centrarse en la contribución distintiva que la empresa brinda a la sociedad y al mundo. Además, el estado de emergencia en el actual contexto de pandemia, con los desafíos que impone para las organizaciones, representa una oportunidad inmejorable para que las estrategias corporativas puedan alinearse para avanzar hacia una transición a largo plazo en pos de una economía sostenible.
El mayor desafío lo tendrán aquellas organizaciones que dependen especialmente de modelos de negocio insostenibles, lo cual puede requerir cambios significativos que permitan adaptar su modelo de negocio a la nueva realidad. Por ello, si se carece del apoyo interno y compromiso de la alta dirección será difícil evolucionar hacia un modelo que ensamble: un objetivo en evolución + la estrategia corporativa + el enfoque sustentable y sostenible en el tiempo.
En una organización que busque alinear e integrar su propósito y estrategia con una economía sostenible, quienes lideren esta transición deben poder seleccionar, adaptar y combinar las prácticas para que éstas se adapten al contexto y las aspiraciones organizacionales.
Este reporte brinda diez principios para guiar a la organización en el camino hacia su transición a la sostenibilidad:
1 – Adoptar una visión de “afuera hacia adentro” que involucre a las partes interesadas -stakeholders- externas. Al incorporar una perspectiva externa a la planificación estratégica, la empresa puede considerar la plenitud de su cadena de valor y una comprensión más amplia de los problemas actuales y futuros, en particular en lo referido a los impactos sociales y ambientales.
2 – Adoptar una visión de “adentro hacia afuera” que involucre a los empleados. Los empleados son fuentes vitales de conocimiento para la organización. Desde el principio, la integración de sus perspectivas y la participación ayudarán a mejorar los resultados de la empresa. De esa forma, se facilitará el compromiso del personal con el propósito, estrategia y valor de la organización.
3 – Ampliar el involucramiento de la alta dirección para alinear el propósito y la estrategia corporativa. Esto resulta necesario para asegurar un entendimiento compartido y una mayor participación y está en línea con las mejores prácticas emergentes de gobierno corporativo y compliance. Cada director ejecutivo tendrá un rol y responsabilidades claras sobre las áreas estratégicas alineadas con su función, lo que hará que la integración y su liderazgo sean más eficientes y efectivos.
4 – Alinear el propósito con las estrategias y el establecimiento de objetivos específicos. De esta forma, se produce una integración entre el propósito individual y el colectivo, lo cual brinda soluciones comerciales que impactan internamente en beneficio de toda la cadena de valor, los consumidores y las partes interesadas.
5 – Alinear recompensas e incentivos. La alineación entre el propósito y la estrategia corporativa deben traducirse en recompensas e incentivos individuales. Ello generará que el propósito u objetivo actúe como una guía para los empleados, ya que los incentivos le brindan un mayor significado a su trabajo y marcan una clara línea de visión entre su labor y el propósito de la organización. Es clave para estimular la creatividad, la motivación y el rendimiento del personal.
6 – Alinear el propósito con las buenas prácticas comerciales. Las prácticas comerciales fundamentales deben ser adaptadas y modificadas de manera dinámica para reflejar el propósito y la estrategia corporativa. Estos cambios deben ser apoyados tanto por los líderes como por los empleados. Las buenas prácticas comerciales deben priorizar la innovación de productos y servicios y es esta innovación la que adquiere un rol preponderante en la transformación.
7 – Desarrollar el conocimiento y ampliar la capacitación de los empleados. El nuevo propósito y estrategia requerirán de una mentalidad nueva -más descentralizada, más ágil- tanto por parte de los líderes como de los empleados. Para ello será necesario implementar la identificación y el desarrollo de nuevas capacidades dentro de la organización. A su vez, el propósito puede ser utilizado para descentralizar la toma de decisiones, permitiendo una cultura más ágil.
8 – Seleccionar y construir alianzas externas estratégicas. Después de establecer su propósito y estrategia, la organización necesitará del aporte de socios externos que puedan aportar experiencia, influencia y capacidad de ejecución de la estrategia corporativa para alimentar su cadena de valor. La alianza con socios potenciales o terceros permitirá resolver desafíos compartidos. Esta tarea de requerir nuevas capacidades y comprender la influencia de la empresa repercutirá favorablemente en toda la cadena de valor. Este proceso amerita un control de terceras partes que sigan las mejores prácticas.
9 – Integrar el propósito en la divulgación de parámetros y objetivos. Las partes interesadas -internas y externas- relacionadas a la organización deberían estar al tanto de las tomas de decisiones en torno a su propósito y estrategia corporativa. Esto les permitirá evaluar los progresos que crean confianza y atraen a nuevos socios potenciales. Por lo tanto, es importante revelar los avances, mostrando cómo el valor financiero debe subordinarse a las cuestiones sociales y ambientales.
10 – Integrar el propósito en el posicionamiento corporativo y la estrategia de comunicación. Para que el propósito de la empresa tenga una influencia y un impacto exitoso en su reputación y desempeño, la forma en que la organización comunica su objetivo a las partes interesadas resulta crucial. El reporte señala que la autenticidad emerge cuando aquello que la organización pretende, se termina alineando con lo que la organización dice y hace.
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