loader image

Un informe de Due Diligence de Integridad sobre una compañía (independientemente de su tamaño) es un tipo de análisis que permite a las empresas, por un lado, evidenciar su grado de compromiso con las Best Practices en materia de Compliance y, por otro, prevenir riesgos reputacionales.

En esta línea, el Due Diligence de Integridad para Third Parties (proveedores, contratistas, clientes, distribuidores, etc.) es una herramienta innovadora de evaluación; un complemento de las ya  clásicas, due diligence legal y/o financiera.

En este contexto, este tipo de enfoque nos permite controlar y confirmar, en profundidad, cualquier desequilibrio en la cadena de suministros, que afecta no sólo a las organizaciones, sino también a sus responsables y empleados, así como a sus proveedores y socios. De hecho, existen tres pilares del compliance que toda compañía debería cumplir en su cadena de suministro: Prevención, Detección y Respuesta.

Un proveedor crítico será aquel al que se le confía (o confiará) un servicio o un bien esencial para el desarrollo del negocio. En un mercado global, será importante visibilizar el grado de integridad y reputación, como así también su solvencia comercial, y sobre todo si está vinculado a hechos de corrupción, incumplimientos legales/regulatorios o conductas antiéticas (conflicto de interés, deslealtad comercial) que permitan advertir un desvío de los parámetros establecidos en el programa de compliance elaborado por la organización.

Mientras los legisladores siguen debatiendo el proyecto de Ley de Responsabilidad Penal Empresaria (con media sanción), la discusión pasa por los diversos tipos de sanciones que podrían recibir las empresas que no perfeccionen sus sistemas de control, a partir de los hechos ilícitos que pudieran concretar las terceras partes.

Nuestra experiencia nos indica que, en general, las empresas todavía actúan en forma reactiva frente a situaciones que afectan su reputación, sin contemplar la elaboración de un Due Diligences de este tipo.

A través de esta clase de reportes, las empresas pueden anticiparse a potenciales impactos negativos y, en consecuencia, las personas físicas y jurídicas podrían ver atenuado su nivel de responsabilidad cuando resultaran indirectamente involucradas por acciones de terceros realizadas en su nombre.

Este mismo estudio puede caberle también a los clientes (potenciales o actuales) al analizar, por ejemplo, los socios/accionistas, sus antecedentes operativos, sus comportamientos pasados en materia de incumplimientos, reputación en prensa (si ha sido inhabilitado por motivos regulatorios o de competencia, al participar en una licitación pública, etc.), si posee antecedentes judiciales negativos o si está incluido en listas de observancia internacionales.

Desde G5 Integritas podemos contribuir a una gestión eficiente de control de terceros (proveedores, clientes, etc.) garantizando el cumplimiento y validación de un adecuado programa de integridad. Estamos en condiciones de brindar información de todo tipo a diferentes empresas, a través de “Red Flags” que permitan identificar aquellos proveedores que puedan infringir el cumplimiento normativo, a través de un monitoreo periódico que deriva del cruce de diversas fuentes de información tanto públicas como privadas. Por ejemplo, para detectar posibles conflictos de interés entre empleados y proveedores, o cualquier otro tipo de incompatibilidad.

Para estar informado sobre éste y otros temas, visite nuestra página web en www.g5integritas.com o contáctenos por email a contactBA@g5integritas.com o por teléfono a +5411 5353 9459.

 

Pin It on Pinterest

Share This